IMBERT:-El balneario salto de “La Damajagua”, conformado por 28 charcos, monumento turístico de la República Dominicana, constituye un atractivo y lugar frecuentado por extranjeros que vacacionan en los hoteles de la costa Norte.
El presidente de la Asociación de Guías de este monumento natural, Rafael Trejo, dijo que aunque la crisis económica que abate a Estados Unidos y países de Europa ha provocado una merma considerable en la afluencia de turistas al destino turístico de Puerto Plata; los charcos de La Damajagua permanecen cada día repleto de bañistas extranjeros y nacionales.
Trejo manifestó que los turistas en sus visitas al lugar manifiestan posteriormente que le gusta el atractivo que se respira en este monumento natural de la costa Norte.
Sostuvo que en La Damajagua se ofrece al visitante diversos servicios, entre ellos, orientaciones, chalecos salvavidas, apargatas, un trato cortés y lo más importante: “calor humano”.
Trejo ponderó los esfuerzos que hacen los miembros de la Asociación de Guías para contribuir con el orden, la limpieza y las buenas costumbres en el entorno de los charcos “La Damajagua”, porque según dijo de esta manera, “estamos ayudando al desarrollo de nuestra comunidad”.
Estos charcos están localizados próximos a la comunidad de Llanos de Pérez, del municipio de Imbert.
Reveló que dicha asociación de lo recolectado por los servicios que brindan a los turistas realiza aportaciones para contribuir con el desarrollo de los deportes en la zona de Llanos de Pérez e incluso donaron una guagua para que los estudiantes del ingenio Amistad puedan ser transportados a los diferentes centros escolares, públicos y privados, localizados en el municipio de Imbert.
La corrupción es uno de los principales problemas que arropa nuestra sociedad, recuerdo cuando era muy pequeño los partidos opositores al aquel entonces partido de gobierno PRSC los bombardeaban acusandolos de corruptos. Sorpresas de la vida la corrupción en el sector público ha incrementado bajo las administraciones de aquellos que antes eran pulcros. Vaya el poder...
